Los trenes prometidos por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, estarían a punto de llegar al Perú el próximo 15 de julio. Sin embargo, su puesta en marcha enfrenta una serie de obstáculos, incluyendo trámites pendientes y problemas técnicos en la infraestructura.
Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), los trámites para iniciar una marcha blanca podrían demorar hasta un año, lo que ha generado tensiones entre la municipalidad y el gobierno central. López Aliaga incluso ha insinuado la posibilidad de una manifestación si no se agilizan los procesos.
Por otro lado, se han detectado problemas en la infraestructura, como rieles no centrados en el puente Los Ángeles, un detalle que las autoridades habrían pasado por alto inicialmente. Además, el mantenimiento de las vías y la depresión de las zonas por donde circularán los trenes recién comenzó hace pocos días.
Otro punto de preocupación es el tamaño de las locomotoras, que cuentan con dos pisos y una altura máxima de 5.01 metros. Esto podría representar un riesgo de choque con algunos de los 17 puentes en su ruta de Lima a Chosica. Uno de los más críticos es el acceso al Parque La Muralla, que tiene una altura de 5.28 metros, apenas 27 cm más que los trenes.
Mientras tanto, el tiempo apremia para López Aliaga, quien prometió mejorar el transporte en la ciudad con estos trenes californianos. Sin embargo, muchos cuestionan si Lima está realmente lista para asumir este desafío.
