La joven Fabiola Alejandra Caicedo Piña, conocida en su círculo cercano como ‘China Baby’, fue identificada como la víctima del macabro hallazgo de restos humanos en la planta de tratamiento de agua de La Atarjea. Sus distintivos tatuajes, entre ellos una flor de loto en el pecho y frases personales, fueron clave para su reconocimiento cuando otras partes de su cuerpo no pudieron ser recuperadas.
Según investigaciones preliminares, la joven de 19 años habría sido víctima de trata de personas. Originaria de Venezuela, llegó al Perú en febrero de 2022 con apenas 16 años, buscando un nuevo comienzo lejos de su país natal. Sin embargo, su vida terminó trágicamente tres años después, cuando su cuerpo fue encontrado descuartizado.
Fuentes policiales indican que Caicedo trabajaba como anfitriona en varios night clubs y discotecas de Lima. Algunos de estos establecimientos, ubicados en zonas como Ceres, ya habían sido clausurados al momento de la investigación.
El caso presenta múltiples aristas. Por un lado, existen acusaciones en redes sociales que vinculan su muerte con la de su expareja, Mayner Giménez, quien fue hallado sin vida en Huaycán en 2022. Por otro, autoridades no descartan que el crimen esté relacionado con redes de explotación sexual o que haya sido un castigo por intentar escapar de una organización criminal.
Familiares de la víctima ya se encuentran en Perú para reclamar sus restos. Según informes forenses, la joven habría sido asesinada aproximadamente 15 horas antes de su descubrimiento.
El exviceministro del Interior, Ricardo Valdés, destacó la complejidad del caso, señalando que deben investigarse tanto posibles venganzas personales como la participación de redes organizadas. Los tatuajes de ‘China Baby’, que en vida representaban su personalidad fuerte y su deseo de renacimiento, se convirtieron post mortem en la prueba que permitió devolverle su identidad.










