El ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), César Sandoval, generó revuelo durante un encuentro con el partido Alianza para el Progreso (APP), donde no dudó en elogiar públicamente al líder de la agrupación, César Acuña. Sandoval incluso se autodenominó como «discípulo» del partido, lo que ha generado cuestionamientos sobre su imparcialidad en el cargo.
En su intervención, el ministro también expresó su admiración por la presidenta Dina Boluarte, afirmando que «no descansa a pesar de los insultos». Este comentario se da en medio de un contexto político complejo, donde la mandataria enfrenta críticas y protestas.
Sin embargo, la situación de Sandoval en su partido político sigue siendo ambigua. Hasta el momento, no ha solicitado licencia para ejercer su cargo en el MTC, lo que podría generar conflictos de interés. Analistas señalan que esta falta de definición podría afectar la objetividad de su gestión.
El flamante ministro, quien ahora forma parte del gabinete de Boluarte, ha trasladado su admiración hacia la mandataria, lo que ha generado diversas reacciones en el ámbito político. Sus declaraciones han puesto en evidencia las complejas dinámicas entre los poderes Ejecutivo y Legislativo en el actual gobierno.
Este episodio reabre el debate sobre la independencia de los ministros y su relación con los partidos políticos, un tema sensible en la administración pública peruana. Los expertos coinciden en que la transparencia y la claridad en estos aspectos son fundamentales para mantener la confianza ciudadana.









