A partir del 1 de junio, los ciudadanos peruanos podrán ingresar a China sin necesidad de visa para estancias de hasta 30 días, según anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores. Esta medida, que también beneficia a ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, busca dinamizar el turismo y fortalecer los vínculos comerciales en un contexto global marcado por tensiones económicas.
La exoneración de visa, que tendrá una vigencia inicial de un año, elimina los trámites complejos y costosos que antes dificultaban los viajes a China. Pequeños empresarios peruanos, que frecuentemente participan en ferias internacionales como la Feria de Shanghái, ahora tendrán más facilidades para promover productos como textiles de alpaca y artesanías.
El impacto económico de esta decisión podría ser significativo. China es un destino clave para el turismo peruano, atrayendo tanto a viajeros culturales como a emprendedores. Además, la medida refuerza los históricos lazos entre ambos países, que se remontan a la migración china del siglo XIX y han dado forma a una rica fusión cultural.
Para muchos peruanos, este cambio abre puertas a experiencias únicas: desde explorar templos milenarios hasta buscar oportunidades de negocio en uno de los mercados más grandes del mundo. Y quién sabe, quizá incluso un romance bajo los faroles rojos o un paseo por la Gran Muralla.
Con esta política, China no solo facilita el flujo de personas, sino que también envía un mensaje de apertura en medio de las guerras arancelarias con Estados Unidos. Una oportunidad que, sin duda, muchos peruanos sabrán aprovechar.
